Osiris se acicalaba lamiendo sus patas y acariciando su cabeza con ellas mientras su dueña veía la televisión. Era presumida y le gustaba estar siempre perfecta. Después cerró un rato los ojos, ronroneando, para descansar. A diferencia del resto de gatos, ella no tenía un solo pelo en todo el cuerpo. Era muy delgada y sus orejas y ojos muy grandes, al contrario que su pequeña cabeza. A pesar de no ser muy bonita, su dueña se gastó mucho dinero para poder tenerla.
Después de dormir una pequeña siesta, Osiris volvió a pensar en lo mismo que llevaba tiempo pensando: ajustar las cuentas con una salchicha que le hizo darse un cabezazo contra una pared. A pesar de que eso pasó hacía ya unos días, a la gata aún no le había bajado el chichón que le salió y le seguía doliendo. No podía olvidar el olor de esa salchicha y cada vez que salía por la trampilla de la cocina a la calle para dar un paseo, buscaba algún rastro que le llevara hasta ella, aunque aún no había tenido suerte.
Osiris estaba obsesionada con encontrarla. Entrenaba duro a diario. Hacía varias abdominales por la mañana. Después, con dos plátanos, levantaba pesas y por último iba a correr por el barrio. Por las tardes imaginaba que la salchicha era un ovillo de lana que había en casa y peleaba con él. No sólo estaba herida por el golpe que se dio en la pista de patinaje. También estaba triste porque perdió su collar con cascabel. Echaba de menos ese sonido.
Mientras todo esto pasaba, la pandilla aprovechaba el domingo para hacer lo que más les gustaba. Jugar al escondite en el parque. Neno llevaba un rato escondido cuando vio algo brillante en el suelo. Se acercó a cogerlo pensando que podría ser algo de valor, pero sólo era un collar con un cascabel. Detrás había escrito un mensaje:
Osiris: calle Cándido Nogales, 1.
– ¡Eh! ¡Mirad lo que he encontrado! -gritó Pedrito «Cabezón» a sus amigos.
Lola cogió el collar.
– Parece de un perro -les dijo a sus amigos.
– Y mirad, tiene algo escrito detrás. Parece una dirección.
– «Osiris» ¿Será el nombre del perro? -observó Neno.
Salchicha Woman se quedó un rato pensativa mirando el collar. Le resultaba familiar.
– Propongo hacer algo bueno. ¿Por qué no vamos a la casa y se lo devolvemos a su dueño? -propuso Juanita muy contenta.
– Me parece bien, pero antes deberíamos decírselo a nuestros padres. Esa calle está aquí al lado, pero ellos deben saberlo -Lola siempre había sido la más responsable.
Fueron a casa de Pedrito y Lola y su madre les propuso ir con ellos. Al fin y al cabo no sabían de quién sería. Sólo tardaron cinco minutos en llegar. Pedrito «Cabezón» llamó al timbre. A los pocos segundos, una señora mayor abrió la puerta.
– Buenos días, pequeños -saludó sonriente la señora.
– Buenos días. Mis hijos y sus amigos han encontrado algo que creen que podría ser suyo.
– Hemos encontrado esto en el parque. Creemos que es de un perro -Juanita, que llevaba el collar, se lo dio a la mujer.
– ¡Sí es mío! Pero no es de un perro. Es de mi gatita preciosa. Esperad -se dio la vuelta para llamar a su mascota. – ¡Osiris! ¡Mira lo que estos niños tan buenos han traído!
Al fondo del pasillo apareció lentamente la cabeza del gato más feo que los niños habían visto nunca. Mientras se acercaba, Salchicha Woman y Bratwurst se asomaron por encima del bolsillo de Pedrito, en el que estaban escondidos. Osiris, que tenía una vista buenísima, la vio inmediatamente. Salchicha Woman empezó a sudar nerviosa mientras la gata la miraba fijamente y se acercaba mucho más rápido, con una mirada que parecía decir «Por fin. Ya eres mía».
Wow! 😮 Cada vez se pone más emocionante, me encanta jajajaja!! Vaya nombre más molón le habéis puesto al gatito.
¡Menudas ideas tan divertidas tenéis! ❤Allí no hay lugar ni día para aburrirse… A ver que ocurre el próximo viernes 👏 ¡Qué imaginación tan creativa tienen estos niños y niñas!😁
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Madre mía, si éste es ya el volumen 2
😁😁😁
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¡Yo creo que esto huele a final!
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Acabamos de leerlo y no veas con q cara de intriga se han quedado….uno propone un final sangriento y la otra un final feliz 🤦
Deseando q llegue el viernes
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¡Jajajajajaja! ¡Me encantaría conocer el final de Marcos, aunque prefiero el de Martina!
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Jajaja!!!la de imaginación que te hace tener esta novela!!!que hasta a mí pequeñajo le encanta escuchar leer los capítulos..éste sobretodo…por la gata Osiris..cómo hemos disfrutado!!!que pena que huela ya por ahí el final…
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¡Si fuera por ellos, haríamos los dos tomos de El Quijote!
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Vaya que sí,Rafa!!!con estos niñ@s,no me extrañaría..😁😁😉
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